Lo mas antiguo conocido de este fenómeno fue registrado en
un folleto publicado el 22 de agosto de 1678, en Inglaterra bajo el titulo de “the
mowin devil” (el diablo segador), que muestra a un demonio cortando un gran
circulo en los cultivos. Quien brindo testimonio para este articulo, afirmo
haber visto al mismo diablo cortando trigo…
El fenómeno actual comienza en 1976 en Winchester en el
mismo reino unido y a partir de allí los medios se hicieron eco de la noticia.
Los primeros círculos, eran simples, chicos (9 o 10 metros de diámetro),
pero con el avance del tiempo se fueron agrandando y complejizando sus dibujos simétricos.
Mas entrada la década de los 80, este fenómeno se traslado a
países como nueva Zelanda y también a Alemania.
¿A que se le atribuyen estas formaciones?
Procedencia paranormal.
Muchos creen que existen “entidades” ya sean extraterrestres,
de origen divino o también por la interacción de los pensamientos humanos.
Según los seguidores de esta hipótesis (procedencia
paranormal), las pruebas de esta procedencia serian el mal funcionamiento de
algunos aparatos eléctricos, brújulas, descargas de baterías, etc., y el
complejo saber matemático y astronómico que implican las figuras y una tecnología
aun desconocida para realizarlas.
Procedencia humana.
Aquí se estima que simplemente son creados por el hombre por
las noches, como burla, diversión, ganar dinero o simple creatividad. Esta hipótesis
la comparten mayormente personas escépticas y los autodeclarados “hacedores de círculos”
y agricultores afectados.
En el año 1991 Doug Bower y Dave Chorley se adjudicaron la autoría
de los primeros círculos encontrado en los años setenta mostrando como los
hicieron. Comenzaron con simples círculos con la idea de que los ufólogos los considerarían
obra de extraterrestres. Cando el meteorólogo Terence Meaden especulo con la
posibilidad de que fueran producidos por tornados, añadieron líneas rectas y rectángulos
para frustrar al experto.
Los estudiosos sin embargo, han tratado de refutar la auto
adjudicación de autoría de Bower y Chorley. El argumento principal es simple.
Sostienen que es imposible que dos hombres pudieran realizar los círculos, a
veces de más de una hectárea de extensión y distribuidos por todo el mundo, en
una sola noche. Así mismo es poco probable que dos jubilados dispusiesen de
conocimientos matemáticos y técnicos suficientes para plasmar algunas de las
estructuras complejas que se comenzaban a proliferar.
Ante dichas alegaciones, Bower y Chorley se ofrecieron a
reproducir dichos diseños ante expertos, quienes pudieron comprobar lo rudimentario
de sus métodos y lo imperfecto e indefinido, incluso a simple vista de los
diseños que ni por asomo se correspondían con los reales. Por otro lado, y tras
la muerte de ambos, este fenómeno no ha parado de producirse.
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